Mateo 17:20

Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Mateo 17:20
Jacob corrió por su vida. Después de estafar a su hermano con su primogenitura, Esaú lo amenazó de muerte. Treinta años después, ese rencor seguía en pie.
Mientras Jacob regresaba a casa, Esaú salió a su encuentro con 400 hombres. Muy angustiado, Jacob rogó a Dios: “Porque tú dijiste: 'Ciertamente te trataré bien, y haré tu descendencia como la arena del mar...'” (Génesis 32:12).
Ante la inminente muerte, Jacob le recordó a Dios la promesa que había hecho. Si Dios no se ocupaba de este problema, la promesa de Jacob sería anulada.
En momentos de desesperación, todos le hemos recordado a Dios lo que dijo. Hemos señalado un pasaje de las Escrituras y hemos hecho eco de las palabras de Jacob: "¡Tú dijiste!"
¡Lo tenemos al revés! Dios no ha olvidado; No necesita recordatorios. ¡En cambio, debemos proclamar al problema lo que nuestro Cumplidor de Promesas tiene que decir!
En la tempestad, recordad al viento ya las olas de Aquel que con una palabra los calma. Declara al diagnóstico que Sus rayas te sanan. Caminando por el valle de la muerte, dile a las sombras que Él restaura tu alma. ¡Hablale a la montaña!
Bendición de hoy
Que el Señor te bendiga y te guarde. Que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre vosotros y tenga de vosotros misericordia y os conceda Su paz. ¡Declare las promesas de Dios a su problema hoy! Hable Su Palabra en su situación. ¡Que Dios se levante y disperse a todo enemigo para la gloria de Su nombre!
Lectura bíblica de hoy
Antiguo Pacto
Nuevo Pacto
Salmos y Proverbios
Deja una respuesta