Hechos 28:26-27

26 Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis; 27 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. Hechos 28:26-27

Un personaje místico saca un reloj en una cadena de oro de su bolsillo. Lo balancea lentamente de un lado a otro frente a su sujeto. Con palabras bajas y metódicas, lo atrae a un trance: “Tienes mucho sueño”.
A medida que se subvierte el consciente y entra en juego el subconsciente, el sujeto sucumbe fácilmente a las directivas del amo. Si el maestro le dice que tiene frío, se estremece. Si le dice que es un pollo, araña y grazna en el escenario.
Cree una mentira y su subconsciente reacciona sin inhibiciones. La realidad ha sido suprimida y acepta la ficción como un hecho.
Hemos sido persuadidos desde plataformas políticas para que renunciemos a un control cada vez mayor en nuestras vidas. Los medios de comunicación socavan y se burlan del valor de la fe y de la familia tradicional. Las cosas que alguna vez fueron etiquetadas como teorías ahora se enseñan como verdades absolutas en nuestro sistema educativo. La sociedad ha creído las mentiras y ha caído bajo el hechizo.
Jesús advirtió a sus discípulos de la persecución venidera. Los envió como ovejas entre lobos y los instó a ser tan sabios y cautelosos como serpientes y tan inocentes e inofensivos como palomas. No debemos hacer menos hoy: discernir espiritualmente, estar despiertos y conscientes de las mentiras de Satanás.
Bendición de hoy
Que el Señor te bendiga y te guarde. Que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre vosotros y tenga de vosotros misericordia y os conceda Su paz. Que vuestros oídos estén en sintonía con Sus palabras y vuestros ojos fijos en Su rostro. Que tu corazón permanezca firmemente en Sus manos.

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