Mateo 24:3

3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Mateo 24:3

Apocalipsis 2:4
Apocalipsis 21:3-5
Marcos 16:14
Consolados por la Palabra de Dios
Marcos 16:6-8
1 Corintios 15:55
Lucas 16:10
Proverbios 3:5-6
Mientras Jesús estaba sentado en el Monte de los Olivos, los discípulos se acercaron para preguntarle acerca de las señales de su venida. Él procedió a contarles, y directamente del Hijo de Dios vino un bosquejo muy completo del fin de esta era y el comienzo de la eternidad.
Jesús habló de guerras, hambrunas, terremotos y pestilencias. Predijo que muchos se ofenderían, se traicionarían y se odiarían unos a otros. Los titulares de hoy son el cumplimiento de profecías pronunciadas hace más de 2000 años.
En tiempo récord, el coronavirus cambió el mundo. Los rumores de guerra bioquímica y capacidad nuclear son rampantes. Las tensiones raciales, una vez a fuego lento, han estallado. Las implicaciones económicas cobran gran importancia. Las libertades que alguna vez dimos por sentadas desaparecieron. El miedo y la incertidumbre se apoderan de muchos en todo el mundo.
Incluso mientras las señales rugen a nuestro alrededor, podemos descansar con seguridad en Sus promesas. Jesús nos sostiene con seguridad en Su mano, y nadie nos puede arrebatar de Él (Juan 10:28). Él prometió que nunca nos abandonaría; Él está presente para ayudarnos a navegar estos males actuales.
Él nos insta a tener ánimo, a no tener miedo. En medio de todo, Él promete llenarnos de Su paz profunda. Estas señales del fin también son señales de un nuevo y mejor comienzo.
Bendición
Que el Señor te bendiga y te guarde. Que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre vosotros y tenga de vosotros misericordia y os conceda Su paz. Que hagas brillar la luz y compartas el amor de Jesús con el mundo que te rodea hasta el día de Su aparición.

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