Consolados por la Palabra de Dios

consolados

Consolados en la Palabra de Dios, Salmos 119 y Salmos 23

Yod

73 Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. 74 Los que te temen me verán, y se alegrarán, Porque en tu palabra he esperado. 75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste. 76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme a lo que has dicho a tu siervo. 77 Vengan a mí tus misericordias, para que viva, Porque tu ley es mi delicia. 78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; Pero yo meditaré en tus mandamientos. 79 Vuélvanse a mí los que te temen Y conocen tus testimonios. 80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Para que no sea yo avergonzado. Salmos 119:73-80

La vida cambia en un momento

Diane se había esforzado por tener éxito en un trabajo de alto nivel para una empresa internacional. Además, había puesto mucha energía en ayudar a su madre durante una transición difícil. Entonces ella tuvo un problema médico serio que requirió cirugía. Ella pensó que podía manejarlo todo, pero el estrés apareció primero en forma de ataques de pánico y luego en una depresión total.

Consolados por El Señor

Mientras yacía en la cama, solo una cosa mantenía a raya la oscuridad espiritual y la desesperación. Una y otra vez hizo de las palabras del Salmo 23 su oración. La imagen del Señor como su Pastor fuerte y cariñoso le aseguró su amor inquebrantable, y las promesas de la maravillosa provisión y protección de Dios la condujeron a través de este valle oscuro.

Cuando todos sus otros recursos parecían fallar, Diane se aferró firmemente a la Palabra de Dios. Ella experimentó su respuesta llena de gracia a esta oración: “Que tu amor inagotable sea mi consuelo, conforme a la promesa que le hiciste a tu siervo”.

Incluso cuando su trabajo desapareció, Diane y su esposo pudieron confiar en las palabras del Salmos 23:6 : “Ciertamente tu bondad y tu amor me seguirán todos los días de mi vida”. Y ciertamente el Señor se ocupó de todas sus necesidades y les dio nuevos motivos para alabarle y servirle. ¿Cuál es tu consuelo en la vida y en la muerte?

Oración del Día

Señor Jesús, atravesaste el valle hasta la muerte para ser nuestro buen Pastor. Cuídanos ahora y llévanos a vivir contigo para siempre, te lo pedimos. Amén.

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