Éxodo 16:35

Y los israelitas comieron maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a la tierra donde se establecerían. Comieron maná hasta que llegaron a la frontera de la tierra de Canaán. Éxodo 16:35

En 1999, David Whipple compró una hamburguesa en un McDonald's en Logan, Utah, para usarla en una demostración. Lo puso en el bolsillo de su abrigo y luego olvidó que estaba allí. Cuando su esposa lo encontró en el abrigo en 2013, decidió guardarlo en una lata a partir de ese momento.

Recientemente, un reportero persuadió a Whipple para que echara un vistazo a la hamburguesa. Aparte del pepinillo, que había desaparecido, concluyeron que se veía “relativamente igual” después de todos esos años.

Cuando Dios proveyó comida para los israelitas en el desierto, ni siquiera pudieron guardarla durante la noche. De lo contrario, se pudriría (excepto el extra que recogían para el sábado ). Llamaron a este alimento “Maná”, y debían recoger todo lo que necesitaban para el día.

Éxodo 16 nos dice: “Así que los israelitas hicieron lo que se les dijo. Algunos recogieron mucho; otros, solo un poco. ¹⁸ Pero cuando lo midieron,^[a] cada uno tenía lo justo y necesario. A los que recogieron mucho, nada les sobraba, y a los que recogieron solo un poco, nada les faltaba. Cada familia tuvo justo lo que necesitaba.” (versículos 17–18).

Pensemos en Manna como la Palabra de Dios por un momento. Job dijo: “No me he apartado de sus mandatos,
    sino que he atesorado sus palabras más que la comida diaria.” ( Job 23:12 ).

Podemos encontrar todo lo que necesitamos saber acerca de Dios en las páginas de las Escrituras. Y también podemos encontrar todo lo que necesitamos saber sobre la vida allí.

La Biblia dice que las misericordias de Dios son “nuevas cada mañana” ( Lamentaciones 3:23). Todos los días, debemos abrir la Biblia y decir: “Señor, necesito que me hables a través de este Libro. Necesito escuchar tu voz."

No vivas de las bendiciones de ayer. Comienza cada día con la Palabra de Dios.