2 Corintios 11:3

Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 2 Corintios 11:3

Es imposible que Dios mienta. Él sólo trata con la Verdad. Satanás, por otro lado, no tiene nada que ver con la Verdad. Es un mentiroso y el padre de la mentira.
Una combinación perversa de orgullo, arrogancia y engaño nos hace negar la Verdad. Satanás mismo es nuestra advertencia. En Isaías 14:14, en un momento de autoengaño, dijo: “Sobre las alturas de las nubes subiré, seré semejante al Altísimo”. Se enfrentó cara a cara con la Verdad, y Dios lo expulsó del cielo.
Engañó a la tercera parte de los ángeles que cayeron con él. Manipuló a Eva con la mentira exacta que se dijo a sí mismo. Él opera igual hoy, rondando como un león rugiente, buscando devorar a los desprevenidos.
Distorsiona la Palabra de Dios para hacernos dudar. Él nos lleva a crear una verdad diferente que nos convence de nuestra rectitud y el error de las Escrituras. Cuando pensamos que sabemos mejor o que verdades alternativas nos llevarán a Dios, estamos engañados.
¡El Dios que vive en nosotros es más grande que la serpiente de antaño! Él nos ha dado la Verdad de Su Palabra y nos ha equipado con la armadura de Dios para que podamos resistir las asechanzas de Satanás.
Bendición de hoy
Que el Señor te bendiga y te guarde. Que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre vosotros y tenga de vosotros misericordia y os conceda Su paz. Incluso los demonios están sujetos al poderoso nombre de Jesucristo que vive en ti. ¡Dios te ha dado poder para vencer al maligno!

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