Hebreos 12:2

 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2

Enfocado

Cuando estaba en la escuela secundaria, salía al atletismo.  Era un corredor de corta distancia bastante decente, pero era horrible en las carreras de larga distancia.  Odiaba practicar.  Pero si alguna vez veía a una chica bonita en las gradas, tenía una nueva motivación para correr.

Mientras corremos esta carrera de la vida, tenemos una mejor motivación que la que tenía en la escuela secundaria.  Corremos para una audiencia de uno: Jesucristo.  Él nos está mirando.  Él está orando por nosotros.  De hecho, la Biblia nos dice que Él vive para interceder por nosotros (Hebreos 7:25).

Esto es lo que le dio valor al joven Esteban cuando se paró frente a sus acusadores que estaban listos para darle muerte.  Lleno del Espíritu Santo , se le permitió vislumbrar a Jesús en el cielo y dijo: “Mira, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie en el lugar de honor a la diestra de Dios” (Hechos 7:56).  Ver a Jesús le dio a Esteban la capacidad de correr la carrera y terminarla.

Ver a Jesús también le dio a Simón Pedro la habilidad de caminar sobre el agua.  Mientras tenía al Señor a la vista, hizo lo imposible.

Es importante mantener nuestros ojos en Jesús.  ¿Por qué?  Porque las circunstancias nos decepcionarán y, en ocasiones, nos devastarán.  La gente nos defraudará y no estará a la altura de nuestras expectativas.  Los sentimientos van y vienen.  Pero Jesús siempre estará allí para animarnos.

Él ha corrido delante de ti.  Él es el ganador final.  Él te mostrará cómo correr.  Pero tienes que seguir mirándolo a Él.