Romanos 12:19

 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Romanos 12:19

Charles Haddon Spurgeon, el gran predicador británico, dijo: “Vayamos al Calvario para aprender cómo podemos ser perdonados; y luego demorémonos allí para aprender cómo podemos perdonar.”

Necesitamos el perdón de Dios porque hemos pecado contra Él. Y mientras pasamos tiempo en la cruz del Calvario, aprenderemos más acerca de perdonar a los demás.

Todos salimos heridos en la vida. Los maridos van a lastimar a las esposas. Las esposas van a lastimar a los esposos. Los padres van a lastimar a los niños, y los niños van a lastimar a los padres. Los amigos van a lastimar a los amigos. Esa es solo la naturaleza humana, y sucede tanto intencional como no intencionalmente. 

Tal vez estés pensando: “Pero no sabes cuán profundamente herido estoy”.

Mira lo que Dios ha hecho por ti. Una persona perdonada debe ser una persona que perdona. Y si no eres una persona que perdona, entonces tengo que preguntarme cuánto sabes del perdón de Dios.

Si eres un verdadero seguidor de Jesús , entonces debes obedecer al Señor en esta área. Cuando no perdonas, no solo estás desobedeciendo las Escrituras, sino que esencialmente estás tomando el lugar de Dios mismo. 

Cuando decides retener tu misericordia, perdón y amor, básicamente estás diciendo: “Yo pagaré” en lugar de dejarlo en las manos de Dios.

Que Dios se encargue de ello. La Biblia dice: “Porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor” ( Romanos 12:19 NVI).

Que el Señor ajuste esas cuentas. Estar dispuesto a perdonar. No te vengues. No pagues. Extender el perdón.

Será mejor que aprendamos a perdonar porque si no lo hacemos, nos comerá por dentro. Obtendremos corazones duros y llenos de amargura.

¿Hay alguien que te haya lastimado o te haya hecho daño? Es hora de perdonar.