Proverbios 16:20

El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es bienaventurado. Proverbios 16:20

¿Es posible la verdadera felicidad?

Nunca he conocido a alguien que dijera: “Realmente no quiero ser feliz. Quiero ser miserable. Algunas personas pueden sentirse así, pero la mayoría de nosotros queremos ser felices.

Jesús entendió nuestro deseo humano básico de felicidad. Por lo tanto, hizo de la felicidad el tema de algunas de las primeras promesas que ofreció. Encontramos esas promesas en lo que llamamos las Bienaventuranzas en Mateo 5. Aquí, Jesús describe cómo podemos ser bendecidos o felices.

Ciertamente, este mundo no nos va a hacer felices. Hay personas que tienen todo lo supuestamente necesario para la satisfacción y la realización, pero aún así se sienten vacías.

En las Bienaventuranzas, Jesús nos dice cómo experimentar la felicidad personal, una felicidad real y duradera. Sin embargo, la felicidad de la que habla la Biblia es diferente de la definición de felicidad de nuestra cultura.

La felicidad en nuestra cultura depende en gran medida de las cosas buenas que suceden en nuestras vidas. En otras palabras, si las facturas están pagadas y el cielo está azul, entonces estamos felices. Pero si nos enfrentamos a algún tipo de desafío, entonces no estamos contentos. La felicidad depende de lo que está sucediendo en nuestras vidas. Pero la felicidad que nos ofrece la Biblia es algo diferente.

Podemos traducir la palabra “bienaventurado”, que Jesús usó en Mateo 5, como “feliz”. Proviene de la palabra griega makários , que era una descripción de la isla mediterránea de Cypress. Debido a su ubicación geográfica, clima templado y suelo fértil, los griegos creían que allí podían encontrar todo lo que necesitaban para la felicidad y la realización. Era una felicidad contenida en sí misma.

De la misma manera, la felicidad que Dios tiene reservada para nosotros no depende de lo que nos esté sucediendo externamente. Esto significa que podemos ser felices independientemente de nuestras circunstancias.