Paciente por nuestro bien

Paciente por nuestro bien

“El Señor en realidad no está tardando en cumplir su promesa, como piensan algunas personas. No, está siendo paciente por ti. Él no quiere que nadie sea destruido, sino que todos se arrepientan”. 2 Pedro 3:9 NTV
1 Corintios 12:12
1 Corintios 12
1 Corintios 10:25
1 Corintios 1:26-31
1 Corintios 13:7
Divorcio entre Cristianos
Genesis 1:8
Genesis 1:7
Juan 11:44
1 Corintios 9:24
2 Timoteo 2:2
Hechos 20:35
Cuando se trata del tema del estudio de la profecía bíblica, a veces perdemos el punto. Podemos obsesionarnos con cosas que creemos que son cumplimientos de la profecía bíblica pero que en realidad no lo son. Olvidamos que la profecía bíblica no se da para inflar nuestros cerebros sino para ensanchar nuestros corazones.
Si realmente entendemos de qué se trata la profecía bíblica, entonces debería hacer que deseemos vivir una vida piadosa. El Señor no tarda en regresar al Planeta Tierra. Simplemente ha sido paciente con nosotros.
Esto es lo que dice la Biblia: “El Señor en realidad no está tardando en cumplir su promesa, como piensan algunas personas. No, está siendo paciente por ti. Él no quiere que nadie sea destruido, sino que todos se arrepientan”. 2 Pedro 3:9 NTV
Dios está esperando
Recuerdo que, a principios de la década de 1970, todos hablaban del regreso de Jesús. Estábamos orando, “¡Señor, vuelve!” ¿No te alegras de que Él no haya respondido a nuestras oraciones? Después de todo, hay muchas más personas que han venido a Cristo desde 1970.
Llamada del Señor
Creo que alguien en algún lugar que camine hoy en la Tierra será la última persona en creer antes de que el Señor llame a Su Iglesia a casa en el Cielo.
Esto es lo que a menudo llamamos el Rapto de la Iglesia. Al escribir acerca de este evento, el apóstol Pablo dijo: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Primero, los creyentes que hayan muerto se levantarán de sus tumbas” 1 Tesalonicenses 4:16 NTV
Si supieras quién es la última persona que necesita llegar a la fe en Cristo antes de su regreso, sería tentador aplicar un poco de presión sobre esa persona, ¿no es así? Imagínese compartir el Evangelio con esa persona y guiarla a Cristo, y de repente, ¡estamos todos en el Cielo!
Dios está esperando que más personas crean.

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