1 Corintios 1:26-31

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor. 1 Corintios 1:26-31

Explicación 1 Corintios 1:26-31

En 1 Corintios 1:26-31, el apóstol Pablo nos recuerda que Dios no siempre escoge a los más sabios, fuertes o influyentes para llevar a cabo su obra. En cambio, Dios escoge a aquellos que son considerados "insignificantes" por el mundo para mostrar su poder y gloria.

Esto es un recordatorio importante para nosotros como cristianos. En un mundo que valora la riqueza, la fama y el éxito, a menudo nos encontramos tratando de demostrar nuestro valor a través de estas cosas. Sin embargo, la verdad es que nuestro valor no se basa en nuestras posesiones, nuestra posición social o nuestro éxito. Nuestro valor se basa en el hecho de que fuimos creados a imagen de Dios y que hemos sido redimidos por la sangre de Cristo.

Aplicación de vida 1 Corintios 1:13-26

Es fácil sentirse desanimado cuando sentimos que no tenemos lo que se necesita para hacer una diferencia en este mundo. Pero lo que debemos recordar es que Dios no nos ha llamado a hacer grandes cosas por nuestra cuenta, sino a confiar en Él y permitir que Él haga grandes cosas a través de nosotros. Él nos ha equipado con habilidades y talentos únicos para que podamos hacer nuestra parte en su plan divino.

Así que, en lugar de tratar de demostrar nuestro valor a través de las cosas que el mundo valora, debemos confiar en Dios y permitir que Él nos guíe en el camino que Él tiene para nosotros. Al hacerlo, podemos estar seguros de que Dios nos usará para hacer cosas poderosas que superan cualquier cosa que pudiéramos hacer por nuestra cuenta.

Oremos

Querido Dios, ayúdanos a recordar que nuestro valor no se basa en las cosas que el mundo valora, sino en nuestra identidad como tus hijos. Ayúdanos a confiar en ti y en tus planes para nuestras vidas, y a permitir que nos uses para hacer cosas poderosas para tu gloria. Amén.

Lectura del Día basado en 1 Corintios 1:26-31

Antiguo Pacto

1 Samuel 16:7b: "El hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón". Isaías 55:8-9: "Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, ni son sus caminos mis caminos -declara el Señor-. Como los cielos son más altos que la tierra, así son mis caminos más altos que los de ustedes, y mis pensamientos más altos que los de ustedes"

Nuevo Pacto

Mateo 19:30: "Pero muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos serán los primeros". Lucas 1:52-53: "Él ha derribado a los poderosos de sus tronos, pero ha exaltado a los humildes. Ha colmado de bienes a los hambrientos, pero ha despedido a los ricos con las manos vacías". Santiago 2:5: "Escuchen, hermanos míos amados: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que lo aman?".

Salmos y Proverbios

Salmos 34:6: "Este pobre clamó, y el Señor lo oyó, y lo salvó de todas sus angustias". Salmos 113:7-8: "Levanta al pobre de la polvareda y al necesitado saca del muladar, para hacerlo sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo".

Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas".

Proverbios 15:33: "El temor del Señor es la instrucción de la sabiduría, y antes de la honra está la humildad"