Josué 23:8

Mas a Jehová vuestro Dios seguiréis, como habéis hecho hasta hoy. Josué 23:8

¡Nuestra relación con Jesús debe estar marcada por una perseverancia resuelta! Necesitamos aferrarnos a Él, aferrarnos a Él.
Hemos descubierto que los cristianos no disfrutan de vidas libres de problemas. ¡Todo lo contrario, de hecho! No poseemos la habilidad de orar para alejar todo lo malo. Una de las mayores tentaciones que enfrentamos es creer que, cuando ocurren dificultades o tragedias en nuestra vida, Dios nos ha dado la espalda.
La inclinación en medio de una crisis de salud o cuando las facturas superan el cheque de pago o cuando nuestras oraciones parecen rebotar en el techo es creer que Dios ya no nos ve, que no le importa lo suficiente como para intervenir.
En esos momentos, hay una decisión, una elección y un apego a Él. Determinamos que no vamos a ninguna parte, que Él es nuestra elección sin importar las circunstancias. Ponemos nuestro corazón en las cosas de arriba.
A pesar de que absolutamente puede librarnos de todos los problemas, a menudo elige no sacarnos. En cambio, Él camina con nosotros a través del fuego para refinarnos y profundizar nuestra confianza en Su fidelidad.
Si dejamos ir o nos alejamos con acusaciones e ira, nos perderemos la victoria de pasar al otro lado con un testimonio vencedor y una fe inquebrantable.
Bendición de hoy
Que el Señor te bendiga y te guarde. Que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre vosotros y tenga de vosotros misericordia y os conceda Su paz. ¡Aférrate a Dios! Él te sostiene con seguridad en la palma de Su mano, y nada puede apartarte de Él.
Deja una respuesta