El viernes más negro y oscuro de todos

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Isaias 53:5 NVI

El término Black Friday se originó en los mercados financieros de los Estados Unidos cuando dos especuladores intentaban manipular el mercado para su propio beneficio. Funcionó. Estaban inflando artificialmente el precio de un bien respetado hasta que el gobierno intervino y estabilizó la situación.

Eso inició una caída que no tomó prisioneros y la gente perdió millones de dólares. La fecha era el 24 de septiembre de 1869 y la materia prima era el oro. La historia recuerda ese día de infamia como Black Friday.

Pero el viernes más negro no fue el 24 de septiembre de 1869. El viernes más negro y oscuro de todos tuvo lugar en el primer siglo. Fue el día en que Jesucristo murió en la cruz por los pecados de toda la humanidad.

Llamamos a este día Viernes Santo, y es bueno debido a los posibles cambios que pueden surgir como resultado de él, si ponemos nuestra fe en Aquel que murió allí por nosotros.

La Biblia nos dice: “Pero él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” ( Isaías 53:5 NVI).

Todos nuestros pecados fueron transferidos a Jesús, para que no tuviéramos que cargar con ellos. ¿Y por qué hizo eso? Porque Él nos ama.

Hebreos 12 nos da una idea de lo que hizo que Jesús siguiera adelante mientras enfrentaba los horrores de la cruz: “Por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, sin importarle la vergüenza. Ahora está sentado en el lugar de honor junto al trono de Dios” (versículo 2 NTV).

¿Cuál era la alegría que le esperaba? Tú eras esa alegría. Yo era esa alegría. Nosotros fuimos la razón por la que Él fue a la cruz del Calvario. Jesús pagó una deuda que no tenía porque nosotros teníamos una deuda que no podíamos pagar.