1 Corintios 12:10

A uno le da el poder para hacer milagros y a otro, la capacidad de profetizar. A alguien más le da la capacidad de discernir si un mensaje es del Espíritu de Dios o de otro espíritu. Todavía a otro se le da la capacidad de hablar en idiomas desconocidos,^[a] mientras que a otro se le da la capacidad de interpretar lo que se está diciendo. 1 Corintios 12:10

En una visita reciente a Carolina del Norte, paso por un pueblo llamado Mocksville.  Debió haber nacido allí.  Antes de convertirse en cristiano, siempre le gustaba burlarse de otras personas.  Entonces, cuando se convirtió en un seguidor de Jesús, le sorprendió descubrir que era quien se burlaba.  La gente se reía por su fe en Cristo.

Vida De Pablo

Esto es lo que le sucedió a Pauol, pero de una manera mucho más intensa.  Inmediatamente después de su conversión, comenzó a predicar el evangelio en Damasco.  Pero era tan poderoso y persuasivo que los líderes religiosos lo querían muerto.

Los cristianos se enteraron e idearon un plan para ayudar a Pablo a escapar.  Lo pusieron en una canasta y la bajaron por encima de la muralla de la ciudad durante la noche.  ¡Piensa en la ironía!  Poco tiempo antes, fue Saulo de Tarso, el notorio perseguidor de los cristianos.  El cazador se había convertido en el cazado.  Estaba probando su propia medicina.

Su cambio de nombre de Saulo a Pablo ofrece una idea de la verdadera transformación que tuvo lugar.  El primer rey de Israel se llamó Saúl.  En contraste, Pablo quiere decir “pequeño”.  Sería como cambiar deliberadamente tu nombre de Spike a Squirt.  Obviamente, Dios había convertido a Pablo en un hombre humilde.

A veces queremos que Dios quite ciertas cosas de nuestra vida que nos causan dolor. Oramos una y otra vez para que esas cosas sean eliminadas. Pero, ¿alguna vez nos detenemos a pensar que Dios está usando esas cosas en nuestras vidas para transformarnos y hacernos más como Él?