Mateo 7:24

Los dos cimientos

(Lc. 6.46-49)

²⁴ Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Mateo 7:24

Los surfistas saben cuándo "pasan por las cataratas" y no saben en qué dirección están arriba, su tabla de surf siempre flotará hasta la cima. Si tienen una correa en el tobillo atada a la tabla, pueden seguirla hasta la superficie.

De la misma manera, la Palabra de Dios nos empuja a la superficie, donde podemos fijar nuestros ojos en Jesús y volver a alinearnos con Dios. Puedo pensar en tantas ocasiones en mi vida cuando mi mente iba en la dirección equivocada, y descubrí que simplemente citar las Escrituras me enderezaba.

Al final del Sermón de la Montaña, Jesús hizo este resumen: “Cualquiera que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como una persona que construye una casa sobre roca sólida. Aunque la lluvia caiga a cántaros y las aguas de la inundación suban y los vientos golpeen contra esa casa, no se derrumbará porque está construida sobre un lecho de roca” (Mateo 7:24–25).

Entonces Jesús continuó diciendo: “Pero cualquiera que oye mi enseñanza y no la obedece es necio, como una persona que construye una casa sobre la arena. Cuando lleguen las lluvias y las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con gran estruendo” (versículos 26–27).

Todos enfrentaremos tormentas en la vida como seguidores de Jesús. Así que asegúrese de construir sobre el fundamento correcto de una relación con Jesús y la Palabra de Dios. No construyas tu fe sobre la experiencia o emociones volubles.

¿Qué tan importante es la Palabra de Dios en nuestras vidas?

El éxito o el fracaso en la vida cristiana depende de la cantidad de la Palabra de Dios que recibes en tu vida de manera regular y cuán obediente eres a ella.

La Palabra de Dios nos restaura. Nos refresca. Nos transforma. Edifica tu vida como cristiano sobre Cristo y su Palabra.